Importantes rostros de la pantalla grande tomaron acciones legales contra la compañía Walt Disney por su estrategia de estrenos simultáneos en cines y Disney + lo que supondría un incumplimiento de contrato, otras figuras podrían estar emprendiendo acciones similares.
El pasado jueves 20 de julio estalló un enorme revuelo en Hollywood, la actriz Scarlett Johansson anunciaba a través de sus abogados que interponía una demanda contra The Walt Disney Company por incumplimiento de contrato estrenando “Viuda Negra” el mismo día en cines y a través de la plataforma streaming Disney+. Días después, la actriz Emma Stone también anunciaba que estaba considerando demandar a la compañía por un motivo idéntico: el lanzamiento híbrido de la película “Cruella”, estreno que no estaba estipulado de esa forma en el contrato.
Tanto Black Widow como Cruella no son películas diseñadas para estrenos en streaming, ya que los contratos de sus figuras y creativos estipulan una importante parte de las ganancias vinculadas al desempeño en taquilla cinematográfica. Aparte de el salario que se cobra por hacer una película además se estipulan una serie de bonificaciones que dependerán del éxito de la cinta, el cual hasta antes de la pandemia era muy simple de medir a través del sistema de ventanas de distribución en el cual los cines tenían una exclusividad de la película por varios meses, y solamente después de ese periodo ésta podía distribuirse también a través de las plataformas streaming.
Sin embargo, con la llegada de la pandemia los cines fueron los primeros en cerrar sus puertas de manera indefinida y junto a ellos los estrenos de grandes películas como los conocíamos, pasando a ser las plataformas de streaming la única vía para poder seguir lanzando cintas y sacar de ellas algo de beneficio en un panorama totalmente inseguro para la industria. Ejemplos de esto son, entre otros, Universal con algunos de sus títulos bajo alquiler, Paramount y Sony vendiendo sus derechos a Netflix, y Disney lanzando su propia plataforma Disney +; todo esto se entendía como una solución temporal y las plataformas de streaming pasaron a ser el medio principal y único de distribución que estaba salvando a la industria del entretenimiento.
Así los grandes estudios encontraron una forma de adaptarse a las circunstancias, más no a las necesidades de todas las partes involucradas. El hecho de ofrecerle al espectador consumir el contenido a través de las plataformas de video bajo demanda significaba que el sistema clásico de bonificaciones y condiciones salariales a partir del éxito de taquillas cambiaba absolutamente, llevándose los grandes estudios prácticamente todo lo recaudado gracias al streaming.
Es por esta razón, que actrices como Johansson y Stone ponen en la palestra la conversación sobre cómo ha cambiado el streaming las condiciones salariales y bonificaciones, producto del incumplimiento de contrato en el cual Disney prometía “un estreno amplio en cines” lo que el equipo legal de Johansson argumenta como implícito que sería un estreno exclusivo en cines; además cuentan con un correo por parte de Dave Galluzi- jefe consultivo de Marvel Studios- en el cual prometía un estreno exclusivo a través de cines y que si Disney necesitaba cambiar los planes necesitarían discutir los nuevos términos del contrato, cosa que nunca hicieron.
El caso de Emma Stone por Cruella sigue direcciones similares a los de Black Widow, y así muchos otros casos similares de actrices y actores molestos por estrenos simultáneos que no iban acorde a los contratos firmados los que llegaron a ser pagados con hasta 250 millones de dólares en compensaciones por la taquilla que las películas no iban a hacer en este nuevo formato on line, como lo fue el caso de Gal Gadot -protagonista de Wonder Woman 1984– y Denis Villenueve, director de Dune.