“Streaming wars”: la apuesta de Netflix por las franquicias para el año 2022.

Netflix anuncia una nueva propuesta estratégica para el año 2022, invertir en programas que abran las puertas a otros mundos: franquicias que combinen el mundo cinematográfico y el streaming a modo de supervivencia para las nuevas exigencias de sus consumidores.

Ad portas de comenzar un nuevo año, Netflix anunció a sus seguidores a través de Twitter que 2022 iba a ser una ruta turística por nuevos mundos, que “los primeros meses de 2022 vamos a visitar unos cuantos universos» gracias a cuidada selección de estrenos que ampliarán la línea de negocios de la compañía a través de franquicias.

Luego de un 2020 que abrió las puertas a la “guerra del streaming” dejando en claro que este sería el nuevo canal favorito por parte de los consumidores de contenido audiovisual, la competencia se hace hoy en día cada vez más exigente y los catálogos cada vez más potentes y exclusivos. Gracias a esto es que las compañías de streaming necesitan invertir cada vez más en programas que abran ventanas a otros mundos y a nuevos ejes estratégicos de negocio.

Dentro de esta competencia a la que algunos le llaman “streaming wars”, Netflix tiene a su favor el tiempo que lleva e el mercado y la experiencia que este tiempo les ha dado; han pasado mucho tiempo licenciando contenido y aprendiendo de los patrones de consumo de sus clientes. Esta ha sido una de las razones que los ha motivado a conquistar Hollywood con las herramientas que encumbraron a las principales compañías cinematográficas del mundo.

¿Por qué las un sistema de franquicias? Cuando las franquicias triunfan, logran sustentar un un ecosistema narrativo y de entretenimiento a través de infinidad de plataformas, propuestas y lenguajes. En un momento en el que la inversión económica en contenidos es cada vez más elevada, que un proyecto alumbre otro con ciertas garantías vale su peso en oro.

La reorganización de las compañías en torno a estos activos se ha hecho particularmente evidente a raíz de la aceleración digital que impulsó la pandemia. Los beneficios son evidentes. Tienen una influencia fundamental en la percepción de la marca, al ser propiedades reconocibles por el público.

«Netflix tiene un largo camino hasta lograr el tipo de franquicias masivas por las que son conocidos los estudios de Hollywood tradicionales, pero nos estamos acercando. Hemos hecho progresos con Stranger Things y otras propiedades, claro que comparado con Harry Potter y Star Wars todavía nos queda mucho trecho” menciona Reed Hastings, CEO de Netflix en cuanto a la nueva filosofía de expansión de la compañía, quien hace un año ya venia dejando en claro lo importante que eran las franquicias dentro de la estrategia de contenidos de la compañía la cual pareciera ya a dar sus frutos.

Así lo demuestra la inversión de más de 200 millones que Netflix hizo en la película Red Notice que no solo ha quedado justificada con sus primeros resultados (ya es la película más vista en la historia de la compañía) sino también por los que podrá generar en el futuro (existen conversaciones para una secuela).

Por otra parte, desde el punto de vista financiero se reducen los riesgos y se elevan las probabilidades del éxito, pues suponen para el consumidor un valor añadido, ya que se extienden las posibilidades a nuevos contenidos de su gusto.

Además, las franquicias tienen lo que Alison Herman denomina «poder visceral», un vínculo emocional profundo que las convierte un excelente antídoto contra la tentación de abandonar el servicio.

En el ámbito de las franquicias y propiedades intelectuales las majors tienen muchísima ventaja. Tener la posibilidad de tirar de propiedades conocidas ha aumentado la competitividad de plataformas como Disney+ o HBO Max, contrarrestando su principal debilidad: un volumen menor de estrenos de contenido original.

Las franquicias del futuro que puedan permitirse combinar las 2 ventanas, cinematográfica y digital, tendrán a su alcance un ecosistema de dependencias narrativas a dos niveles. El cine dará la cobertura. El streaming, la profundidad.

Créditos: www.bussinesinsider.es